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Siete trompetas

Por Oscar Pita-Grandi

"A mediados del siglo XIV Antonius Block y su escudero, después de largos años en las Cruzadas en Tierra Santa, han retornado finalmente a su Suecia querida; una tierra devastada por la Plaga Negra.”

Ingmar Bergman es un cineasta que cursó estudios universitarios en Literatura e Historia del Arte; de ahí el aliento literario de “El Séptimo Sello” (Suecia, 1956), incluso desde el inicio, en esta brevísima y enigmática introducción que leemos líneas arriba. Suecia, un país nórdico con sol a media noche, ha producido cine desde finales del siglo XIX. Es decir, las películas suecas y sus directores, que apreciamos en el siglo XX (más a partir del cincuenta que a principios de los veinte), son hijos de aquella tradición que sustentaba su estética cinematográfica en la armonía de tres expresiones: Literatura-Teatro-Fotografía. Y Bergman no es ajeno a ella. Antes de incursionar en la pantalla grande, Bergman ya había dirigido importantes piezas teatrales (Shakespeare era uno de sus favoritos). Del mismo modo, pero como actor, su alter-ego Max von Sydow, era reconocido en las tablas escandinavas. Recién en “El Séptimo Sello” debutaría con Bergman y se convertiría desde entonces en su actor fetiche, a quien le tocaba plasmar para nosotros, las motivaciones e incógnitas del director.
En “El Séptimo Sello”, aparentemente la Plaga Negra quedaría sustentada poco después, para el espectador y no así para Antonius Block, en la lectura para sí de un pasaje bíblico que llega también a oídos nuestros: “Cuando el cordero abrió el séptimo secreto, un silencio invadió el cielo por cerca de media hora. Entonces vi siete ángeles delante de Dios, y a ellos les fueron dadas siete trompetas”. Antonius Block (interpretado por quien mejor leía los silencios de Bergman, Max von Sydow) estaba atribulado por cuestiones existenciales (las mismas que perseguía la mente del director, quien como Antonius, discutía la existencia de Dios y requería de respuestas a preguntas que venían repitiéndose en su interior, agobiándolo. Bergman mostraría sus preocupaciones metafísicas y existencialistas a lo largo de toda su filmografía; pero Antonius Block (el protagonista) no disponía de tanto tiempo como Bergman pues La Muerte lo aguardaba para darle jaque-mate).
Una antigua creencia sueca reza que los nacidos en día domingo poseen cualidades especiales en el mundo de la imaginación. Éstos podrían ver lo que otros no. Ingmar Bergman también sentía curiosidad por este tipo de mitos populares. Así, las visiones que tiene el artista ambulante en “El Séptimo Sello”, no vienen de gratis. Primero, ve en el monte a la Virgen María enseñando a un niño a caminar. Y mucho después, una vez hecho amigo de Antonius Block, logra ver lo que sólo podía ver el mismo Antonius: La Muerte, sentada frente a él, en una avanzada partida de ajedrez que había comenzado hacía mucho, cuando Antonius Block (fatigado por un largo recorrido a caballo desde Tierra Santa hasta Suecia) se hallaba reposando en una playa desolada, aparentemente apesadumbrado junto a un tablero de ajedrez dispuesto. La enhiesta y pálida muerte, vestida de luto en monástico atuendo, se le presentó entonces a invitarlo a jugarse la vida en esa partida.

Película: El séptimo sello. Director: Ingmar Bergman. 1957

Muy buena pelicula. A decir verdad, despues de haber visto el 7mo sello, recien entendi por que W. Allen repetia hasta el hartazgo su influencia bergmaniana.

Claro que las diferencias no son minimas, pero las obsesiones de Woody se pueden ver tan claramente en esta pelicula... incluyendo los motivos comicos, que los hay por todos lados, y que algunos no pueden ver, por esa supuesta 'complejidad'. (Algo como lo que quiza le pasó a Luis Catañeda con Pedro Paramo, en un articulo suyo hace un tiempo)

Nada mas, hasta la proxima.

Creo que Óscar ha podido mostrar la grandeza e inteligencia de la película y de su director, claro está. Muy buen post y muy buena la idea de crear este blog.
Saludos

Óscar! en otro blog colectivo? pues estás bien repartido, tendré que presentar tu nuevo escondite en El rincón del cinematógrafo, jejeje, me alegro mucho. Besos

Esta película es buenasa. Si quieren ver una de guerra de Bergman con unas actuaciones estupendas y un guión interesante les recomiendo "Shame".

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