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El fuego lo amamantó (II)

Segunda parte del artículo de Joel Calero sobre Kusturica

2. La almohada, la soga y el ecran

El plano final de Papa se fue de viaje de negocios, en el que Malik, en pleno trance de sonambulismo, se eleva por los aires sintetiza y preludia uno de los tópicos caros al cine de Kusturica: lo onírico como supresión del displacer.
El sonambulismo de Malik se ha desencadenado luego de la fractura familiar y con él logra sustraerse, metafórica y literalmente, de la realidad para irse hacia la parte más alta de un puente o de un peñasco, como impulsado por un ansia de elevación. Pero también, gracias a él, puede, amparándose en su inconsciencia, buscar calor y cobijo cerca de Masha, la fragil niña de la que se ha enamorado. Sin embargo, como el final de sus travesías no siempre podría ser tan gratificante, para tenerlo bajo control, Mizra y su madre le suelen atar una campanilla en el pie que les advierte de sus intentos de fuga. Pero incluso este artificio le sirve a Malik, cuando van a visitar a su padre, para evitarse el dolor que le produce ser sustituido por áquel: el sonambulismo, o su fingimiento, siguen teniendo así idéntico valor dramático.
Pero es en sus siguientes filmes, donde lo onírico, de múltiples maneras y conservando la misma valencia, ha asumido un protagonismo mayor. En Tiempo de Gitanos, por ejemplo, cuando Danira gimotea desconsolada pidiéndole a su hermano que no la abandone en el hospital, descubre, a través del parabrisas del auto, a su madre muerta que vuela vestida de novia y le sonríe. Esa contemplación la sosiega de la angustia, aunque no pueda contrarrestar luego el desenlace de lo que ocurrirá. En la inserción natural, y no cuestionada por sus protagonistas, de eventos fantásticos como ése, se ha destacado la presencia de lo real maravilloso y el influjo de García Márquez. El cineasta, por cierto, ha corroborado esa impresión, aunque ha reconocido una deuda mayor con Chagall, su pintor dilecto.
En el mismo filme, encontramos también el que es, quizás, el sueño más hermoso que ha filmado Kusturica, sueño que, por otra parte, representa la armonía de elementos contrapuestos de manera espléndida: en medio de un ancho y calmado río, bordeado de árboles, flotan innumerables hogueras, como una fusión esencial del fuego y el agua, mientras Perhan reconoce la desnudez de su prometida apenas cubierta con un lienzo blanco, acostados ambos en una especie de féretro que flota río abajo. También en Underground, volveremos a reencontrarnos con escenas donde se opera, gracias al sueño o su alegoría, la fusión de la vida y la muerte, disueltas en el agua esencial y preformativa que unifica los tiempos permitiendo que coexistan vivos y muertos en feliz algazara.
Pero lo onírico no es el único recurso con el que se exorcisa, de manera parcial, la pesada carga vital. En por lo menos tres de sus películas, alguno de sus personajes intenta suprimir el displacer de manera radical y acaba colgándose del tanque de un wc, de un campanario o de una viga cualquiera, aunque en los tres casos con infructuosos resultados. Un dato curioso: a despecho de ese adagio que dice que la vida imita al arte, el actor que protagonizó el frustado suicidio de Perhan no tuvo la misma suerte que su personaje: el 3 de junio de 1999, Davor Dojmovic interpretó con éxito su suicidio. Para siempre.
También el cine, sueño vicario que nos proveemos concientemente, tiene en los filmes de Kusturica la misma valorización que los discursos oníricos. Ya en el temprano Papá se fue de viaje de negocios se puede observar que las escenas de armonía o reconciliación familiar son, precisamente, aquellas en las que juntos observan la proyección de las imágenes que Mizra ha dibujado cuadro por cuadro, volviendo a inventar el cine y la felicidad. Lo mismo ocurre en Tiempo de Gitanos, donde la familia contempla la figuración del cine gracias a las bufonadas chaplinescas del tío Merzdan. Así pues, sueño, suicidio o cine son las fuentes que Kusturica provee a sus personajes para que, como él mismo, canalizen sus angustias y su desasosiego.

(Continuará)